jueves, 28 de enero de 2010

CRISTIANO RONALDO

He aquí al más elevado representante de la metrosexualidad y otras sacrosantas reliquias ornamentales de la nueva masculinidad. Ante ustedes al delegado de Dios en la tierra; llámenlo dólar, llámenlo euro, llámenlo yen japonés o llámenlo libra esterlina, llámenlo rico multimillonario, mago del balón, engreído muchachito, llámenlo Cristiano Ronaldo. El dinero embellece, tristemente, el lejano espíritu de la humildad de éste cachas musculado, que abandonó entre lágrimas, el raquítico hogar de su Funchal natal cuando era un adolescente, uno más. Ahora han matriculado al Ferrari. Ahora los popes de ese periodismo que convierte el fútbol en un negocio de polémicas mal servidas lo llaman CR9 y él, que seguramente nunca tuvo más iluminación que su propia inercia de triunfador, se deja querer. La fama es, a veces, un embaucador juego de amores correspondidos. Si pruebas a escribir en el Google su nombre te encontrarás la friolera cifra de 20.400.000 búsquedas.

miércoles, 27 de enero de 2010

LO QUE SOBRA

Sobran las llaves del alba, las mujeres espesas, los muertos en flor, el pánico a la muerte, sobran los cúmulos de pasión imposible, la escultura de tus labios, la pétrea rabia, la fuente virtual de energía, sobra la ciudad hecha de pasatiempos. Sobran los ríos cuando no llueve, la crecida de los ríos, las semillas podridas, los refranes, la nomenclatura de la sangre en los arroyos, sobra la mentira, el tráfico de dioses, los ángeles en el gremio de las fábulas, la edad prohibida. Sobran los niños que no fuimos, los poetas trajeados, el agua cristalina, los emancipadores con nodriza inefable bajo la almohada, sobra apartar el dolor cuando aprieta, sobra reír sin risa, hablar sin habla, quejarse sin queja, sobra amar sin amor dado. Sobran todas las muertes de los abuelos, todas las muertes de los padres, todas las muertes nuestras que nuestra guarida tañen. Sobran enemistades sin salida, callejones sin entrada, los casamientos con el azar, sobra no mutar de fiebre en fiebre. Sobra quererte sin esmero, sobran los buenos propósitos de año nuevo, sobra rehabilitar el pasado, resguardarse del riesgo, acoplarlo todo. Sobran las tardes aciagas, la eliminación de tu aura, las fechas de entierro, sobran cosas y cosas y entre todas las cosas sobra tu ausencia.

viernes, 22 de enero de 2010

20 años sin Jaime Gil de Biedma

Hace 20 años que murió Jaime Gil de Biedma. Fue el 8 de enero de 1990. Yo no había nacido aún para la poesía y me enteré de su existancia como poeta y de su absorbente personalidad magnética mucho después de su desaparición. Se ha estrenado una película sobre su vida y obra. El papel de Jaime lo interpreta Jordi Moyá.

miércoles, 20 de enero de 2010

AIRE NUESTRO

Aire Nuestro, la última novela de mi apreciado Manuel Vilas. Aire Nuestro suena como una sola palabra, como una construcción completa de pertenencia a algo. La utilidad de la ficción y de la fantasía está presente en esta obra de "nueva" literatura. Llevo leídas solamente cuarenta y tres páginas y tu ingeniosa pluma, Manuel, es grande como tu delicadísima admiración por Johnny Cash y su periplo gozador por un extraño y temperamental país llamado España.

domingo, 10 de enero de 2010

Construcciones humanas

De " Cuando yo era otro"

La ira es un hacha que se multiplica,

que te arroja a un mar que queda muerto

como un extenso charco que a nadie le importa.

Después de la crispación de las voces,

de la piel pálida,

de las gotas de sudor en la frente

que nos impone

la escarcha de la nevera del alma

que se descongela.

Después del arsenal bélico de los verbos,

De las miradas gélidas, de los niños

caídos al vacío y prolongados en el tiempo,

después, la soledad insoportable

como un sonido monótono y estridente.

Cesan los ruidos, los pronombres de la selva,

los ciclos naturales de los seres vivos se paralizan,

todos los árboles son arrasados

por una atómica lengua de fuego.

Caes, impactas contra el espejo,

el duro y cerrado cristal de la bóveda

de tu cerebro hecho con viejos y tóxicos

metales herrumbrentos.

La ira: se recogen abundantes muestras de locura,

la sangre del corazón se convierte en barro,

la soledad es la música breve, tenebrosa

de un piano lanzado a la calle

desde la azotea de un rascacielos.