Las cifras del paro sobrepasan los 4 millones, la jubilación se retrasa a los 67 años, la crisis financiera es la crisis del sistema global del capitalismo feroz, la democracia se queda siempre a medias en su fuerza, en su rotundo círculo imperfecto vendido desde mediados del siglo XX como la salvaguarda del respeto a nuestras conciencias individuales. No me creo nada. Me proclamo escéptico, insolente respondón, inadaptado. No me creo nada porque los poderosos son hoy en día la mugre propagandística, la cara del mentiroso, el verbo del orador patoso, el insulto a nuestro decoro y honradez como ciudadanos. Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario