EL LOBO

Fíjense en la foto (si pinchas sobre ella se ampliará). Apareció publicada el pasado miércoles en el diario El País. Miren sus ojos, ausentes y la vez con una espantosa expresión de frustración por no haber consumado su gran fantasía. La fantasía de la aniquilación y la muerte. La "secuestró" en plena calle, abalanzándose como un lobo sobre su presa. Luego vino el derramamiento de sangre, el cuchillo, las manos del asesino manchadas del líquido rojo, la mujer por los suelos desangrándose y la ambulancia camino de urgencias. Ya lo ven, la fotografía lo dice todo, los ojos de la frialdad heladora. No creo que se percatara de la presencia del fotógrafo, demasiado sumergido en su propia cultura de la muerte.