miércoles, 4 de marzo de 2009

CHICHARREROS DE CORAZÓN

Les voy a contar una brevísima reflexión acerca de los carnavales de Santa Cruz. Estoy en casa, es sábado por la mañana, me siento cómodamente en el sofá con la intención de ver la emisión del programa especial que la Televisión Canaria dedica al carnaval de día; ese nuevo formato matutino nacido bajo la motivación de la matemática numérica acumulativa de los acontecimientos de masa. El slogan por lo consiguiente podría ser: en la fiesta, sin distinción de edad, cabemos todos.

Es desalentador comprobar que, aunque la vida y los años van pasando, las viejas y malas costumbres han quedado afianzadas ya en el carácter del chicharrero. Me refiero al código de conducta impuesto por los mismos de siempre, por el poder político tinerfeño ( organiza y financia el carnaval) tan tenaz en destruir cualquier indicio de conciencia crítica ciudadana.

La mediocridad va siempre en la misma sintonía. El locutor de la Televisión Canaria, que pone voz a las imágenes de la fiesta, repite hasta el aburrimiento otro de los mensajes machacones que llevo escuchando desde que era niño: "SOMOS EL PRIMER CARNAVAL DEL MUNDO" y se me ocurre que, de algún modo, el pueblo de Tenerife se siente acomplejado y a la vez necesitado permanentemente de compararse con otros. Se ha instaurado desgraciadamente en la mente de los chicharreros un sentimiento de pertenencia a la tierra, a la isla en la que viven pero desde lo folclórico, desde un falso hedonismo del disfrute de la vida, mientras miran de reojo, desconfiados, teniendo en cuenta, en todo momento, el que dirán. Así es nuestro pueblo, vanidoso y orgulloso de ser chicharrero, de corazón, claro.

1 comentario:

Aida Esther Pérez Lorenzo dijo...

Soy chicharrera de adopción, pero sólo me identifico con aquella tranquila isla que me acogió cuando hace ya más de veinte años,llegué con afán de aprender, de conocer, de experimentar, de ser más yo..., pero qué poco queda de aquella isla y que mucho de querer aparentar lo que no es.