viernes, 10 de abril de 2009
Ángel González
No sé que tienen los poetas pesimistas que tanto me seducen, quizá un tono de esencial existencialismo y una voluntad por hacer del poema el patrimonio social de todos. Los poetas trabajadores de la palabra se alejan del ruido festivo y entran en sí mismos para intentar desenredar la madeja. Les presento a uno de mis favoritos, a mi querido y difunto Ángel González.
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