He leído de Ryszard Kapuściński, solamente dos libros de entre su extensa producción, Ébano y El Imperio. Dos obras maestras de la literatura periodística, escritas por un brillante narrador de la memoria histórica.
Me deben haber contado muy mal la historia a lo largo de mi vida, porque admito que en más de una ocasión me he visto en la situación de tener que cerrar el libro y dejar la lectura para otro momento, ante la dureza de los acontecimientos históricos que, Ryszard Kapuściński, nos cuenta en sus obras.
En Ébano nos plantea la posibilidad de conocer África desde la dimensión real de un continente desconocido. África y sus habitantes son los grandes olvidados de la historia. África, fuera de los tópicos, fuera de la seudo-historia y tratada desde su propia condición de universo o planeta.
En El Imperio, nuestro autor, hace una radiografía de su estremecedora relación con la URSS; la terrorífica experiencia de las deportaciones, el derrumbe del Imperio Soviético entre 1989-1991 o el fervor nacionalista de repúblicas como Georgia, Armenia y Azerbaiyán.
1 comentario:
Todo un ejemplo de periodismo y más en estos días, en los que la cohabitación de los medios con el poder político es nauseabunda.
Y A VER CUÁNDO ME PASAS "ÉBANO"...
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