Ahora todo se ha convertido en una lucha por el poder, en el que la brújula del decoro ha desaparecido y el insulto, la acusación barriobajera, la chulería, la falta de humildad, la vulgaridad hincándole brutalmente el diente al diccionario, son frutos podridos y pestilentes de la política de hoy. Por eso digo que Paulino Rivero es un político de nuestro tiempo, uno más que por su ineptitud y su estrechez de miras continúa con el trabajo( ya iniciado por otros hace mucho tiempo) de vaciar el concepto de buen político y vender falsos eslóganes y promesas imposibles. Paulino pertenece al equipo de altos funcionarios de las instituciones políticas, anquilosado en el costumbrismo de las obsoletas formas de hacer política, es decir, populismo y feria, nada más.
martes, 2 de junio de 2009
Paulino Rivero
Sin duda, es un personaje de nuestro tiempo. Hace treinta años era el alcalde de un pequeño pueblo de Tenerife y nada más. Con el paso de las décadas y la devaluación de la política, han ido apareciendo en la escena principal nombres como el de Paulino Rivero; un hombre sin discurso, con un impersonal tono de voz que emplea para dirigirse a una ciudadanía desmotivada con sus políticos. Paulino representa el éxito de los mediocres, cuando la oratoria y la calidad de los debates parlamentarios es parte de la nostalgia por un pasado que difícilmente volverá.
1 comentario:
Tooooma moreno. Totalmente de acuerdo. Un personaje nefasto, un títere y poco más.
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